jueves, 24 de diciembre de 2015

EL MUNDO DE LA IDEA

EL MUNDO DE LA IDEA

El hombre se encuentra entre los aspectos visible e invisible del universo; está relacionado con uno por medio de los sentidos y con el otro por medio de su naturaleza interior.

Al llegar a cierto punto, el as­pecto externo y visible del universo queda abandonado por así decirlo, y pasa a la experiencia interior del hombre.

Dicho de otro modo, el hombre es una cierta relación o cierta proporción entre lo visible y lo invisible.

Debido a esto es que el sentido externo de la vida no le basta y las mejoras externas para su existencia jamás le dejarán satisfecho.

El hombre tiene necesidades internas.

Su vida emocional no se satisface mediante las cosas externas.

Su organización no puede explicarse únicamente en términos de adaptación a la vida externa.

El hombre necesita ideas que le den algún significado a su existencia.

Hay en el hombre algo que pue­de crecer y desarrollarse, hay un estado por venir de sí mismo y esto no se encuentra en ningún 'mañana', sino que está por encima de él.

Existe cierto conocimiento que lo puede cambiar, un conocimiento de una realidad muy distinta a aquel que únicamente trata de los hechos relativos al mundo fenomenal, un conocimiento que cambia su actitud y su comprensión, que puede obrar sobre él internamente y producir una armonía entre los elementos discordantes de su naturaleza.

En muchas de las filosofías antiguas se dice que esta es la principal tarea del hombre, su verdadera tarea.

Por medio del conocimiento in­terior es que el hombre encuentra la verdadera solución a todas sus di­ficultades.

Es preciso entender que la dirección de este crecimiento no es hacia fuera, hacia los negocios, la ciencia o la actividad externa, sino hacia dentro, en la dirección del conocimiento de si mismo; y es a través de esto que se produce un cambio en el ser consciente.

En tanto el hombre esté vuelto tan sólo hacia fuera, en tanto sus creencias lo vuelquen hacia los sentidos como único criterio de lo 'real', en tanto crea tan sólo en apariencias, no podrá cambiar en sí mismo.

No podrá crecer en su sentido interno.

A través del punto de vista naturalista se priva a si mismo de todas las posibilidades de un cambio interior.

Tiene que relacionarse con el 'mundo de la idea' antes de po­der comenzar a crecer.

Tiene que poder sentir que en el universo hay algo más que lo que es aparente a los sentidos.

Tiene que sentir que hay otros significados posibles, otras interpretaciones, pues únicamente de esta manera podrá su mente 'abrirse'.

Tiene que haberle llegado el sentimiento y la sensación de que hay algo más.

Tiene que haberse preguntado '¿qué soy?', y qué puede significar la vida y qué sentido tiene su propia existencia.

Tiene que haberse producido cierta clase de interrogantes en su alma.

¿El significado de la existencia es algo más de lo que aparenta ser?

¿Vivo en medio de algo más grande que lo que re­velan mis sentidos?

¿Son todos mis problemas únicamente externos?

¿Es el conocimiento del mundo exterior el único conocimiento posible?

Maurice Nicoll






lunes, 21 de diciembre de 2015

COMPARE LAS IDEAS DEL TRABAJO CON LAS COSAS DE LA VIDA

COMPARE LAS IDEAS DEL TRABAJO CON LAS COSAS DE LA VIDA

P. ¿Cómo habrá que aumentar la propia actitud emocional hacia las ideas del sistema?

R. Compare el sueño y el despertar.

Todas las ideas del trabajo empiezan con la idea del sueño y la posibilidad del despertar.

Todas las otras ideas, las ideas de la vida pueden ser hábiles, acabadas, pero son ideas de gente dormida.

Estamos tan acostumbrados a estas ideas imaginarias que, después de algún tiempo, consideramos a las ideas del sistema en el mismo nivel que estas otras ideas que no conducen a ninguna parte.

No sabemos qué nos puede deparar el mañana, pero habitualmente olvidamos esto.

Si se da cuenta de esto, su actitud emocional aumentará por sí sola y usted será capaz de pensar sobre lo que es realmente importante.

Trate de pensar sobre la importancia relativa de las cosas.

Es muy necesario entender cómo enfocar este problema.

¿Cómo puede usted pensar sobre la importancia de algo si no tiene material de comparación?

Deberá tener diferentes cosas para comparar.

Trate de comparar las ideas y los principios del trabajo con las cosas de la vida.

P. Parece que las dos son enteramente diferentes.

R. Queremos descubrir por nosotros mismos y no con fines académicos qué es más importante y qué es menos importante.

Ouspensky