EL MUNDO DE LA IDEA
El hombre se
encuentra entre los aspectos visible e invisible del universo; está relacionado
con uno por medio de los sentidos y con el otro por medio de su naturaleza
interior.
Al llegar a cierto
punto, el aspecto externo y visible del universo queda abandonado por así
decirlo, y pasa a la experiencia interior del hombre.
Dicho de otro modo,
el hombre es una cierta relación o cierta proporción entre lo visible y lo
invisible.
Debido a esto es que
el sentido externo de la vida no le basta y las mejoras externas para su
existencia jamás le dejarán satisfecho.
El hombre tiene
necesidades internas.
Su vida emocional no
se satisface mediante las cosas externas.
Su organización no
puede explicarse únicamente en términos de adaptación a la vida externa.
El hombre necesita
ideas que le den algún significado a su existencia.
Hay en el hombre algo
que puede crecer y desarrollarse, hay un estado por venir de sí mismo y esto
no se encuentra en ningún 'mañana', sino que está por encima de él.
Existe cierto
conocimiento que lo puede cambiar, un conocimiento de una realidad muy distinta
a aquel que únicamente trata de los hechos relativos al mundo fenomenal, un
conocimiento que cambia su actitud y su comprensión, que puede obrar sobre él
internamente y producir una armonía entre los elementos discordantes de su
naturaleza.
En muchas de las
filosofías antiguas se dice que esta es la principal tarea del hombre, su verdadera tarea.
Por medio del
conocimiento interior es que el hombre encuentra la verdadera solución a todas
sus dificultades.
Es preciso entender
que la dirección de este crecimiento no es hacia fuera, hacia los negocios, la
ciencia o la actividad externa, sino hacia dentro, en la dirección del
conocimiento de si mismo; y es a través de esto que se produce un cambio en el ser consciente.
En tanto el hombre
esté vuelto tan sólo hacia fuera, en tanto sus creencias lo vuelquen hacia los
sentidos como único criterio de lo 'real', en tanto crea tan sólo en
apariencias, no podrá cambiar en sí mismo.
No podrá crecer en su
sentido interno.
A través del punto de
vista naturalista se priva a si mismo de todas las posibilidades de un cambio
interior.
Tiene que
relacionarse con el 'mundo de la idea' antes de poder comenzar a crecer.
Tiene que poder
sentir que en el universo hay algo más
que lo que es aparente a los sentidos.
Tiene que sentir que
hay otros significados posibles, otras interpretaciones, pues únicamente de
esta manera podrá su mente 'abrirse'.
Tiene que haberle
llegado el sentimiento y la sensación de que hay algo más.
Tiene que haberse
preguntado '¿qué soy?', y qué puede significar la vida y qué sentido tiene su
propia existencia.
Tiene que haberse
producido cierta clase de interrogantes en su alma.
¿El significado de la
existencia es algo más de lo que aparenta ser?
¿Vivo en medio de
algo más grande que lo que revelan mis sentidos?
¿Son todos mis
problemas únicamente externos?
¿Es el conocimiento
del mundo exterior el único conocimiento posible?
Maurice Nicoll