miércoles, 11 de febrero de 2015

EL MUNDO DE LAS CAUSAS

EL MUNDO DE LAS CAUSAS
LEYES

Ahora hemos aclarado que las leyes descubiertas por nosotros en el espacio tridimensional y que funcionan en este espacio son inaplicables, incorrectas y falsas en un espacio de mayor número de dimensiones.

Esto es igualmente cierto en matemática y en lógica.

Tan pronto como, en vez de magnitudes finitas y constantes, empezamos a examinar magnitudes infinitas y variables, vemos que los axiomas fundamentales de nuestra matemática no pueden referirse a ellas.

AFRONTAR UNA ENORME CANTIDAD DE ABSURDOS………

Y tan pronto como, en vez de conceptos, empezamos a pensar en otros términos, debemos preparamos para AFRONTAR UNA ENORME CANTIDAD DE ABSURDOS desde el punto de vista de la lógica existente.

¿Por qué nos parecerían absurdos?

Nos parecerían absurdos porque enfocamos al mundo multidimensional con la lógica del mundo tridimensional.

Ya se demostró que para un animal, o sea, para un ser bidimensional que no piensa con conceptos sino con representaciones, nuestras proposiciones lógicas están obligadas a parecer absurdas.

Las relaciones lógicas del mundo de muchas dimensiones nos parecen igualmente absurdas.

No hay razón para esperar que en el mundo de las causas, las relaciones puedan ser lógicas desde nuestro punto de vista.

Por el contrario, podemos decir que todo lo lógico es sólo fenoménico.

Por el otro lado, no puede haber nada lógico desde nuestro punto de vista.

Todo lo que existe allí está obligado a parecernos un absurdo lógico, una necedad.

Y debemos recordar que no podernos orientarnos allí con nuestra lógica.

La actitud del pensamiento humano en sus principales tendencias respecto al "mundo del más allá" fue siempre enteramente errónea.

La ciencia debe llegar a la mística, y luego al estudio de las formas de la consciencia (y, en consecuencia, de la percepción) que es distinta de la nuestra.

UNA NUEVA TEORÍA DE LA COGNICIÓN………

La ciencia debe desechar casi todo lo viejo y ponerse en marcha a partir de UNA NUEVA TEORÍA DE LA COGNICIÓN, para que la mística ofrezca un nuevo enfoque.

Si al mundo tridimensional lo queremos dejar atrás y avanzar más allá, debemos, en primer lugar, desarrollar algunos principios lógicos fundamentales que nos permitan observar las relaciones de las cosas en el mundo de muchas dimensiones y ver en ellas más bien cierta interdependencia ordenada que un absurdo completo.

Si entramos allí con principios lógicos del mundo tridimensional, nos trabarán, no nos permitirán elevarnos por encima del suelo.

DESPOJARNOS DE LAS CADENAS DE NUESTRA LÓGICA………

Primero que todo, deberemos despojarnos de las cadenas de nuestra lógica.

Esta es la liberación primera, grande y principal en pos de la que la humanidad debe empeñarse.

Un hombre que se libró de las cadenas de la "lógica tridimensional" ya penetró en otro mundo con el pensamiento.

Y esta transición no sólo es posible sino que se cumple constantemente.

NUESTROS DERECHOS AL “OTRO MUNDO”………

Por desgracia, no estamos enteramente al tanto de nuestros derechos al "otro mundo" y a menudo perdemos estos derechos, considerándonos aherrojados en este mundo terrestre.

Empero, existen caminos que conducen allí.

HUELLAS DE LA TRANSICIÓN………

La poesía, la mística, la filosofía idealista de todas las épocas y todos los pueblos conservan huellas de tal transición.

Siguiendo estas huellas, también podemos hallar el camino.

Pensadores antiguos y modernos nos dejaron muchas claves con las que podemos abrir las misteriosas puertas, y muchas fórmulas mágicas ante las cuales estas puertas se abren solas.

Pero no logramos entender la finalidad de las llaves o de las fórmulas: y hemos perdido la comprensión de las ceremonias mágicas y de los ritos de iniciación en los Misterios, que perseguían un solo objeto: ayudar a esta transición en el alma del hombre.

De modo que las puertas permanecieron cerradas, y nosotros inclusive negamos que exista algo detrás de estas puertas.

O, sospechando que existe otro mundo, consideramos que es algo parecido al nuestro y separado de nosotros, e intentamos penetrar en él sin darnos cuenta de que el principal obstáculo en nuestro sendero es nuestra propia división del mundo en este mundo y el mundo del más allá.

El mundo es uno solo, pero los medios para percibirlo son distintos.

Y con medios imperfectos de percepción es imposible penetrar en lo que es sólo accesible a lo perfecto. los intentos con la lógica del mundo fenoménico para penetrar con el pensamiento en el mundo del más allá, en el mundo de los noúmenos, en el mundo de las causas, si no resultaran un completo fracaso o no condujeran al hombre hacia el mundo del soñar despierto, sólo dieron un resultado: consciente del nuevo orden de cosas, el hombre perdió el sentido de la realidad del viejo orden.

Con medios perfectos de percepción si es posible penetrar en lo que es sólo accesible a lo perfecto.

El mundo visible empezó a parecerle fantástico, irreal; todo se esfumó alrededor de él, desapareció como humo, dejando una terrible sensación de ilusión.

Sintió en todo el abismo del infinito, y que todo se derramaba dentro de este abismo.

La sensación de infinitud es la prueba primera y más terrible antes de la iniciación.

¡No hay nada!

La pequeña alma insignificante se siente suspendida en un vacío infinito.

Entonces, incluso el alma misma cesa de existir.

No hay nada: sólo existe la infinitud, la destrucción y disolución constantes y continuas de todo.

En la literatura mística de todos los pueblos hay referencias a esta SENSACIÓN DE VACÍO y oscuridad.

La misteriosa deidad de los antiguos egipcios, mencionada en los mitos órficos era:

"La oscuridad tres veces desconocida en cuya contemplación todo conocimiento se reduce a ignorancia".

Esto significa que, aproximándose al mundo de las causas sólo con el conocimiento del mundo de los fenómenos, con su propio instrumento de la lógica que resultó fútil porque todo lo nuevo lo eludía, el hombre estaba obligado a experimentar un terror que superaba todos los límites.

En lo nuevo no sentía aún nada que no fuera caos, mientras lo viejo se esfumaba, retrocedía, se volvía irreal.

El terror y el pesar ante la pérdida de lo viejo se mezclaban con el miedo hacia lo nuevo, hacia lo desconocido, terrible en su infinitud.

UN ANIMAL QUE SE CONVIRTIERA EN HOMBRE………

En esta etapa, el hombre atraviesa la misma experiencia que la de un animal que se convirtiera en hombre.

Luego de una momentánea vislumbre del nuevo mundo, la vida le hace retroceder.

El mundo que vislumbró durante un breve momento parece un sueño, una fantasía, una creación de su imaginación.

Pero el viejo mundo del pasado tampoco es más el mismo, se estrecha, en él no hay cabida.

La consciencia que despierta no puede conducir más a la misma vida salvaje y libre de una bestia.

Ya conoce algo, oye algunas voces.

Y, al mismo tiempo, el cuerpo lo retiene.

Y no sabe dónde ni cómo podrá escapar de él o escapar de sí.

El hombre que se halla en el umbral del nuevo mundo tiene exactamente la misma experiencia.

Oyó la música celestial, y las desvaídas canciones de la tierra no le tocan ni conmueven más; o, si lo hacen es porque le hablan de sones celestiales, de lo inasequible, de lo desconocido.

Experimentó un sentimiento de extraordinaria expansión de la consciencia, cuando por un momento todo fue claro para él, y no pudo reconciliarse con el lento trabajo terreno del cerebro.

Los momentos de "sensación de infinitud" se conectan con emociones muy especiales.

En la literatura "teosófica" y en los libros sobre ocultismo se dice a menudo que, ingresando en el mundo "astral", el hombre empieza a ver nuevos colores, que no están en el espectro solar.

Este simbolismo de los nuevos colores de la "esfera astral" transmite precisamente el pensamiento acerca de las nuevas emociones que el hombre empieza a experimentar junto con las sensaciones de una consciencia expandida: "el océano que es absorbido por una gota".

Este es el "increíble arrobamiento" del que hablan los místicos, la luz celestial que los santos "ven", las "sensaciones nuevas" que los poetas experimentan.

Hasta la psicología conversacional conecta al "éxtasis" con nuevas sensaciones completamente insólitas, inaccesibles y desconocidas para el hombre en la vida corriente.

LA APERTURA DEL LOTO MÍSTICO DEL YOGHI DE LA INDIA………

Esta sensación de luz y de alegría infinita se experimenta en momentos de expansión de la consciencia (la apertura del loto místico del Yoghi indio), en el momento de la sensación de infinitud que produce, al mismo tiempo, la sensación de oscuridad y terror ilimitado.

¿Qué significa esto? ¿Cómo reconciliar la sensación de luz con la sensación de oscuridad, la sensación de alegría con la sensación de terror?

¿Puede ser simultánea?

¿Ocurre simultáneamente?

Ocurre y tiene que ocurrir así.

La literatura mística nos da ejemplos de esto.

La sensación simultánea de luz y oscuridad, alegría y terror parece simbolizar la extraña dualidad y contradicción de la vida humana.

Puede ocurrirle a un hombre que esté muy agudamente dividido, con un lado de su naturaleza muy interiorizado en el "espíritu" y el otro hundido profundamente en la "materia", o sea, en la ilusión, en la irrealidad; con fe demasiado profunda en la realidad de lo irreal.

Hablando en general, el nuevo mundo da la sensación de luz, de vida, de consciencia omnipenetrante, de alegría...

Pero a una mente que no esté preparada el mismo mundo le dará una sensación de oscuridad y terror infinitos.

Además, la sensación de terror deberá provenir de la pérdida de todo lo “real”, de la desaparición de este mundo.

A fin de no experimentar el terror del nuevo mundo, es necesario conocerlo de antemano, ya sea emocionalmente (a través de la fe y del amor), o intelectualmente (mediante la razón).

Y a fin de no experimentar terror ante la pérdida del viejo mundo, debemos RENUNCIAR A ÉL VOLUNTARIAMENTE de antemano, también a través de la fe o a través de la razón.

Es necesario RENUNCIAR VOLUNTARIAMENTE a todo el mundo bello y brillante en que vivimos, admitir que es un espejismo, un fantasma, una irrealidad, un engaño, una ilusión, maya.

Debemos reconciliarnos con esta irrealidad, no temerla sino regocijarnos en ella.

Debemos despojarnos de todo.

Debemos convertirnos en pobres en espíritu, o sea, hacernos pobres mediante el esfuerzo de nuestro espíritu.

El hermoso símbolo del Evangelio expresa la verdad filosófica más profunda:

Bienaventurados los pobres en espíritu pues de ellos es el reino de los cielos.

Estas palabras sólo se aclaran si se las toma en el sentido de renunciamiento al mundo material.

"Pobres en espíritu" no significa pobres en el sentido material, en el sentido cotidiano del mundo; ciertamente, no significa pobreza del espíritu.

La pobreza espiritual es renunciamiento a la materia, la "pobreza" del hombre que no tiene suelo bajo sus pies ni cielo sobre su cabeza.

Ouspensky



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