jueves, 12 de febrero de 2015

NOTA SOBRE LA CONCIENCIA OBJETIVA

NOTA SOBRE LA CONCIENCIA OBJETIVA

En el nivel de conciencia del hombre-dormido todo se ve subjetivamente.

Ver objetivamente a qué se asemeja una cosa o una persona se parece entre otras cosas a no criticar ni a juzgar.

Criticar a los otros es solo neutralizado por criticarse igualmente uno mismo.

Porque cuando vemos que todo lo que criticamos esta en nosotros, a este respecto pasamos de un estado relativamente subjetivo a un estado objetivo de conciencia.

Las gentes se transforman en espejos para nosotros y nos convertimos en espejos para ellas, tal como dijo Gurdjeff una vez.

Se nos dijo en otro lugar de no juzgar para no ser juzgados.

Asimismo se nos dijo que con la vara con que medimos seremos medidos.

Esta relación reciproca entre nosotros mismos y el Universo —o los otros, porque las otras gentes forman parte del Universo— está claramente expuesta en El Trabajo que nos enseña que a medida que cambiamos nuestro nivel de Ser nos ponemos bajo menos leyes”

Puesto que la gente no puede ver su Ser, juzga subjetivamente.

Esto es, juzga o critica segun lo que le han enseñado es justo y apropiado y desde las asociaciones.

Un Ejercicio-Trabajo consiste en tratar de ver las cosas sin asociaciones.

Si las gentes tuvieran una conciencia objetiva no juzgarían, ni criticarían ni censurarían a los otros.

Toda esta parte desdichada y querelladora de la vida se desprendería de ellas porque pertenece al segundo estado de conciencia, que es casi por completo un estado subjetivo.

En él las cosas no son vistas como son.

El cuarto estado de conciencia es completamente objetivo.

A ese nivel todo se ve como es realmente.

No hay ilusiones, ni apariencias ni fingimientos.

La persona invisible, escondida, se manifiesta claramente como también su exterior visible.

Los pensamientos y sentimientos interiores se vuelven transparentes como también lo son nuestros secretos deseos y sentimientos y tramoyas y toda nuestra vida se extiende en la cuarta dimensión.

Nuestras conversaciones y maneras corteses y hasta nuestra encantadora sonrisa serian inútiles.

Nos sentiríamos molestos, sobre todo porque en el segundo estado de conciencia la gente miente continuamente.

Se ve obligada a hacerlo.

La vida social se basa en la mentira.

Maurice Nicoll



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