EL
PENSAMIENTO SENSORIAL
Lo
que las cosas son en sí mismas aparte de toda la receptividad de nuestros
sentidos, sigue siendo, para nosotros, una desconocida realidad.
Nada
sabemos fuera de nuestro modo de percibirlas, un modo que nos es peculiar
únicamente a nosotros y que, por cierto, no es cosa que compartan todos los
seres'.
¿Qué
es lo que en nosotros comienza a hacer semejantes objeciones a este punto de
vista sobre la realidad relativa
del mundo visible?
Estamos
firmemente anclados en aquello que los sentidos nos muestran.
El
punto de partida de nuestro pensamiento es la realidad perceptible.
El
pensamiento sensorial es lo que
caracteriza la acción natural de la mente, y nosotros siempre apelamos a
nuestros sentidos para obtener una prueba final.
No
es menester pensar que las apariencias en sí mismas sean ilusiones, o que los
sentidos nos muestran un mundo ilusorio.
Los
sentidos nos muestran una parte de la realidad.
¿Y
acaso la ilusión no comienza ahí donde tomamos las apariencias por la realidad
final?
¿No
es el comienzo de la ilusión el creer que la percepción sensorial es la única
medida de lo real?
Por
cierto que el mundo visible es real, pero no abarca toda la realidad.
El
mundo visible está hecho de realidades invisibles que le rodean por todos
lados.
El
mundo visible está contenido en un mundo invisible —pero invisible tan sólo
para nosotros—, mucho más grande.
Y
al estudiar el uno no tenemos porqué perder el otro, sino que agrandamos aquél dentro de éste.
Pero
como la lógica natural de todos los días está tan estrechamente conectada con
el pensamiento sensorial, lucha contra esta expansión del mundo.
Su
forma de comprensión se
convierte en una barrera psicológica que impide una mayor comprensión.
Maurice
Nicoll
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