viernes, 13 de febrero de 2015

LA NUEVA COMPRENSIÓN

LA NUEVA COMPRENSIÓN
IDEAS SOBRE EL TIEMPO

En conexión con la observación que el sentimiento de eternidad entra en el recuerdo de sí y no lo hace en la observación de sí, es preciso recordar algunas de las ideas sobre el tiempo que son concomitantes a esta enseñanza.

Hay tres dimensiones visibles y accesibles y tres dimensiones invisibles y por lo común inaccesibles.

Desde este punto de vista el mundo real tiene seis dimensiones.

Debido a nuestros limitados sentidos sólo conocemos un mundo de tres dimensiones que se mueve en el tiempo y éste es el mundo que consideramos realesto es, como la realidad, como todo lo que es o puede ser.

Fundamos nuestros pensamientos en este visible y tridimensional mundo que se mueve en el tiempo.

Nuestra manera de pensar se modela sobre esta realidad que es evidente a nuestros limitados sentidos.

Es, sin embargo, menester que cambiemos nuestra manera de pensar si nuestra meta es el desarrollo en el nivel de ser o el acrecentamiento de conciencia.

Esta enseñanza, como tantas veces se subrayó, se propone hacernos pensar de una manera nueva.

LAS IDEAS DEL TRABAJO………

Permítame que le pregunte: ¿ha empezado ya a pensar de una nueva manera por medio de su contacto con las ideas del Trabajo?

NUEVAS CONEXIONES………

Para que esto sea posible es preciso que las nuevas ideas cambien la mente, por cuyo medio se establecen NUEVAS CONEXIONES que hasta ahora no fueron usadas.

De este modo realidades nuevas y más amplias de la mente aparecen más allá de las estrechas realidades suministradas por los sen­tidos, con un correspondiente acrecentamiento de con­ciencia.

Para decirlo en pocas palabras, se percibe más de lo que se percibía antes, y esto en muchas direc­ciones insólitas.

No sólo el alcance y la aprehensión de la mente se acrecientan, sino también la percep­ción de sí.

Por ejemplo, oír decir que está dormido y es mecánico y que no se conoce a sí mismo son nue­vas ideas.

Cuando se lo aplica en la práctica por medio de la observación de sí, estas ideas establecen nu­merosas nuevas conexiones en la mente, de hecho, hasta tal punto que toda la concepción y sentir de uno mismo empieza a cambiar y un nuevo sí se hace per­ceptible, oculto y a alguna distancia tras lo que hasta ahora creíamos que era la sola forma posible de ser uno mismo.

Ocupémonos de esta cuestión en lo tocan­te a las dimensiones.

La cuarta dimensión es la del tiempo.

No vemos el tiempo ni nos vemos en el tiem­po.

No vemos los tiempos-cuerpos de nosotros mis­mos o de las cosas.

Creemos que el pasado está muer­to.

Nuestra vida es una línea viviente en un tiem­po viviente.

Debido a nuestra relación con el tiempo, sólo vemos un punto en el tiempo y luego otro y así sucesivamente, y los denominamos momentos presen­tes.

Nótese que nuestros cinco sentidos sólo trabajan en el momento presente, sólo registran el momento presenteni el pasado ni el futuro—.

Discernirlo cla­ramente es un punto de partida, según mi parecer, para ser capaz de comprender algo sobre las dimensiones que están más allá de los sentidos.

¿Acaso se da cuenta claramente que sólo puede ver o tomar o sabo­rear una manzana en el momento presente?

No lo pue­de hacer hace un rato o dentro de un rato —esto es, en el pasado o en el futuro—.

Así se ve limitado a esa cosa dudosa llamada el momento presente, y todo lo demás lo llamamos pasado o futuro y lo contemplamos como si careciera de existencia real.

Así limita­mos toda existencia posible al momento presente e imaginamos que Dios sólo existe en él.

Esto es llamado en esta enseñanza, empero, un corte transversal del tiempo,  sin embargo nunca estamos en contacto con ese huidizo momento presente dentro del cual confi­namos toda nuestra existencia.

Es realempero es dudoso no a los sentidos sino a la conciencia.

Nues­tros sentidos nos ponen en relación con el momento presente pero nuestra conciencia no lo hace.

No somos conscientes en este preciso momento de los sentidos.

Es demasiado pequeño y demasiado rápido para tener propiamente conciencia de él.

Nuestra conciencia que trabaja por encima de los sentidos, es una cosa confusa y mezclada, compuesta de pasado, presente y futuro anticipado.

Por medio de la memoria y de la imaginación tendemos a vivir detrás o adelante del momento presente y no podemos estar dentro de él.

Por eso nunca estamos real­mente en el mundo externo tal como lo registran los sentidos.

Traducen las cosas por así decir como una sucesión de fotografías que se suceden en rápido mo­vimiento, como un film.

Sin embargo, por más extra­ño que parezca, cada momento presente es eterno.

El momento presente está a la vez en el tiempo y en la eternidad.

Es el lugar de encuentro del tiempo y de la eternidad.

La eternidad penetra en cada momento presente en el tiempo en movimiento, en ángulo recto con él.

Es por eso que, a veces, en un estado de re­cuerdo de sí —esto es, en el tercer estado de conciencia sentimos la eternidad.

Es por la misma ra­zón que algunas cosas que están en el pasado se des­tacan fuera del tiempoa veces una cosa trivial—.

Esto se debe a que en cualquier momento, en cualquier momento ordinario de tranquilidad que no tie­ne nada que lo singularice de los otros, penetra la di­mensión de eternidad y “por casualidad” tenemos conciencia de ello.

La relación del tiempo con la eternidad es repre­sentada primero por el diagrama:

La línea horizontal representa el tiempola cuar­ta dimensión—.

LA QUINTA DIMENSIÓN………

Las líneas verticales representan la quinta dimensión que entra perpendicularmente en todo momento en cada parte del tiempo.

O, más sen­cillamente, el tiempo y la eternidad pueden ser representados por la cruz


El hombre está a la vez en el tiempo y en la eternidad.

La eternidad es perpendicular al tiempo —y esta es la dirección del recuerdo de sí el sentir que se tiene de uno mismo ahora.

Cada ahora es eterno.

LA AHORIDAD DE YO MISMO………

Para recordarse a sí mismo el sentimiento de ahora debe entraryo aquí ahora-, -yo mismo ahora- yo distinto del pasado o del futuro —la ahoridad de yo mismo - yo ahora—.

LA ETERNIDAD ESTÁ SIEMPRE EN EL AHORA………

Y si el acto tiene éxito conocerá por sí mismo que la eternidad está siempre en el aho­ra y puede ser experimentada como un sabor diferente del tiempo.

EL AHORA………

Es de advertir que ya no hablo más del momento presente registrado por los sentidos, sino de ahora, de esta experiencia interna que puede dar en realidad el recuerdo de sí.

Lo más real de si está en la eternidad —no en el tiempo—.

El recuerdo de sí está fuera del tiempo y la personalidad.

No es de sor­prender que el recuerdo de sí puede suscitar un sen­timiento enteramente diferente que el que nos procu­ra nuestra relación con el apresurado, ansioso tiem­po.

La esencia, por ser eterna, carece del sentimien­to de personalidad que sólo está en el tiempo.

Pensar desde el tiempo no produce un verdadero senti­miento de uno mismo, o más bien da un sentimiento equivocadonuestro sentimiento habitual de nosotros mismos—.

Este es nuestro habitual sentido de nosotros mismos.

No cuesta nada darse cuenta de cuan incompleto es.

¿Por qué las gentes actúan como lo hacen?

Porque no se sienten a sí mismas correctamente.

Ya sabemos que el trabajo nos enseña que fuimos creados como un experimentocomo orga­nismos capaces de desarrollo propio y por lo tanto comprendemos por qué nos sentimos incompletos y por qué un hombre, moldeado únicamente por la vi­daesto es, que sólo tiene su adquirida personalidad activa ha de sentirse siempre incompleto, inacabado, y así internamente impotente.

No es la fuer­za de vida la que está en el tiempo, la que es capaz de hacer que la personalidad sea pasiva¿cómo po­dría serlo, cuando es la fuerza que lo hizo?.

Sólo otra fuerza proveniente de otra dirección puede hacer que la Personalidad sea pasiva y alimentar a la esencia -la parte eterna en nosotros—.

Entonces se comienza a ver que toda la enseñanza esotérica debe tener la ca­lidad de eternidad, y siendo así desarrollar la esencia, que es eterna.

A lo lago de todo el tiempo, a lo largo de todas las edades, la enseñanza esotérica sigue siendo la misma.

Siempre dice las mismas cosas.

Siempre enseña las mismas cosas.

Está por encima del tiempo y no cambia.

Es la eternidad en el tiem­po —y así habla siempre de la vida eterna-.

Retornando a nuestro tema: la cuarta dimensión del tiempo contiene nuestra vida entera.

La experi­mentamos un instante tras otro.

Anda de prisa y es siempre detenida por el sentimiento de ahora.

Si nues­tra vida se extendiera en esa dimensión, inaccesible a nuestros sentidos, está toda allíen esa invisible di­mensión

Por esta razón todo lo que hacemos ahora afecta tanto el pasado como el futuro de nuestra vida.

LA NO IDENTIFICACIÓN………

El acto de no identificación hecho ahora influye tanto su pasado como su futuro.

Las relaciones que tuvo con las gentes en el pasado cambiarán, por medio del trabajo sobre sí realizado ahora.

No sólo cambiará su propio pasado, sino posiblemente el de aquellas gen­tes.

Como esto es muy difícil de captar regresaré al comienzo de este comentario donde se dijo que para cambiar nuestro Ser y acrecentar la conciencia necesitábamos nuevas ideas además de las que nos procuran nuestros sentidos.

Se dijo sucintamente que mientras nuestro pensar sólo se base en la evidencia de los sentidos, la mente no puede pensar diferente­mente y no se pueden establecer nuevas conexiones.

Me dirán que el pasado está muerto, acabado, termi­nado —-tan sólo porque no es registrado por nuestros sentidos—.

Si lo hicieran, pensaría de un modo muy diferente, pero como no lo hacen, dirá que la idea que la vida pasada existe en realidad es un disparate.

Es un "disparate", porque los senti­dos externos no la registran, puesto que sólo pueden registrar el momento de tiempo llamado el presente.

Las dimensiones superiores no son realidades para los sentidos externos, sino que lo son para los senti­dos internos.

Por ejemplo, mi vida entera puede ser vista internamente en cierto estado de conciencia.

¿Por qué?

Porque está allí.

¿Dónde?

En el tiempo.

¿Y mi futuro?

Está también allí, en la dimensión que experimentamos como tiempo a través del cual nos movemos.

Entonces, ¿estoy predestinado?

SÍ y No, por­que hay muchas líneas paralelas de tiempo semejan­tes a alambres telegráficos y se puede estar en uno u otro según el propio estado interior.

Si goza de sus emociones negativas seguirá una línea, y la más baja.

Elevándose en movimiento vertical uno se eleva y si­gue otra línea paralela por medio de la no identifica­ción y por medio del recuerdo de síen suma, me­diante el trabajo que entra perpendicularmente en el tiempo y así está siempre verticalmente por enci­ma de usted, sea cual fuere la línea que sigue, y nun­ca en el futuro, porque el futuro está en el tiempo ho­rizontal.

Se podría hablar del futuro vertical, empero, para distinguirlo del futuro horizontal.

Si el Ser se de­sarrolla, la dirección que sigue es vertical.

Se ve la propia vida diferentemente.

El Ser superior está por encima del Ser inferior.

En ese momento puede acom­pañar los "yoes” que están por debajo de usted o no.

Puede estropear silenciosa­mente algo en usted o puede no hacerlo.

Puede decir­se algo o puede no decirlo.

Todo permanecerá en el cuerpo-tiempo, pero en diferentes niveles, según su calidad.

Toda la vida está allíen el cuerpo-tiempo—.

Pero trabajando ahora, las cosas pueden ser cambiadas en el pasado y el cuerpo-tiempo puede ser co­nectado de una manera diferente —así como se pue­de anudar trozos de una cuerda larga y flexible para acortarlo, y alargar otros—.

Cuando sentimos que to­do el pasado está allí y viviendo en la dimensión del tiempo viviente, nuestro sentido de nosotros mismos se modifica.

Por cierto, la modificación es muy gran­de, al comprender primero que el tiempo que pasa no revoca nada y segundo que ahora se pueden cambiar las cosas en el pasadono por medio de inútiles “remordimientos”, sino por un activo trabajo sobre nos­otros mismos—.

No estamos conectados a un pasado muerto sino a un pasado viviente.

Cada acto de tra­bajo vibra a través de todo el cuerpo-tiempo y mo­difica las cosas en él.

Puedo actuar ahora sobre mi pasado.

Puedo cambiar mi conducta de hace treinta años.

Más tarde, hablaremos sobre la recurrencia, so­bre el volver a entrar una vez más en nuestra vida y hallar quizá que algunas cosas fueron cambiadas, pa­ra que así podamos despertar más temprano.

En el comentario anterior se dijo que el sentimiento de eternidad entra en el recuerdo de si pero no en la observación de sí.

Nos observamos a nos­otros mismos en el tiempo que pasa.

Observamos a la personalidad que se ha formado en el tiempo que pasa mediante la acción de la vida.

Observamos los diferentes "yoes" que aparecieron en diferentes pe­ríodos de tiempo, principalmente a causa de la imitación.

La esencia no pertenece al tiempo transitorio.

No es una cosa temporal.

Al recordarse a sí mismo no se recuerda la personalidad sino algo que es anterior a ella y que está en la dirección de la esencia y sólo se puede alcanzar por medio de ella.

Para recordarse a sí mismo en la personalidad habría que fortalecerla es decir "esto es yo” en lugar de "esto no es yo”.

Si se dice yo a la cosa equivocada se acrecienta su poder sobre uno mismo.

Entonces no puede separarse uno de ella.

La vida hace que nos identifiquemos con la personalidad.

Naturalmente, hace que identifiquemos con lo que ha creado ella misma nosotros.

El Trabajo se propone que dejemos de identificarnos con lo que la vida ha creado en nosotros con lo que ahora nos está haciendo.

Recordarse a si mismo, invocar el más puro, más sutil sentimiento de yo EN CONEXIÓN con algún aspecto prominente de LA PERSONALIDAD equivaldría a identificarse aún más con lo que la vida ha formado en torno de la esencia.

Equivaldría a quitar la pintura con pintura.

El más puro, más sutil, más luminoso y total sentimiento de yo se oculta tras el múltiple sentimiento de la personalidad, y su bullicio de ambiciones, ansiedades, violencia y negatividad.

En ese sentimiento de yo a que me refiero, el sentimiento de eternidad entra a cada instante de tiempo, pero en una dirección que nunca podremos hallar mientras estemos totalmente identificados con la personalidad.

Mientras la personalidad está en completa actividad, el camino permanece cerrado.

La personalidad nos dirige hacia el tiempo —hacia el tiempo transitorio esto es, la vida.

Diagramáticamente, la dimensión de eternidad entra en ángulo recto en la dimensión del tiempo.

A medida que el sentimiento de tiempo se acrecienta por observación de sí y empezamos a tomar fotografías-tiempo de nosotros mismosesto es, bosquejos de los "yoes" en prolongados períodos— disminuye EL HIPNOTISMO DEL MOMENTO PRESENTE registrado por los sentidos.

EL “PRESENTE”………

El "presente" ya no está más confinado al instante sino que se extiende gradualmente a toda nues­tra vida, a medida que se expande la conciencia—.

Empezamos, de hecho, a comprender el tiempo vivien­teesto es, empezamos a comprender que nuestra vida está en la invisible dimensión del tiempo y ya no estamos más confinados en las instantáneas de tiempo registradas por nuestros sentidos—.

El pasa­do está viviendo en su propio presentey está cambiando—.

¿Cómo puede cambiar?

Porque llega a nues­tra conciencia.

La conciencia es la luz: la luz transfor­ma todo.

Encerrados en la prisión de nuestros sentidos no creemos en otras dimensiones que en las del espacio que nuestros sentidos muestran.

¿Cómo, si tan sólo creemos en lo que vemos, cómo podremos alguna vez desarrollarnos?

¿Cómo podremos tocar centros que son suprasensibles?

¿Cómo podremos experimen­tar un cambio de mentela primera etapa en el de­sarrollo que, según lo enseñado por el esoterismo, es el significado del hombre—?

Si cree que no hay nada tras las escenas de la vida visible y que la Naturaleza se ha creado a sí misma, ¿cómo puede recordarse a sí mismo?

Si cree que es solamente su cuerpo visible y que deja de existir con él, ¿cómo puede recor­darse a sí mismo?

Cuando el trabajo dice que la esen­cia desciende de las estrellas dice algo que puede mo­dificar su vida.

El origen de la esencia es perpendicu­lar al tiempo.

Nuestro origen no está en el tiempo —en el pasado—.

Esta es una idea extraña.

Pero es una idea necesaria.

Cambia la mente y esta es la pri­mera cosa necesaria.

Empezamos a pensar de una ma­nera nuevay tanto es lo que hay que pensar de una manera nueva y regresarnos, a la propia vida, y cambiarnos.

Se puede ver la propia vida de una manera muy diferente —pero no se puede hacerlo si no se comprende que está viviendo y es afectada por todo lo que ahora hacemos y comprendemos—.

UNA NUEVA COMPRENSIÓN………

Una nue­va comprensión es la fuerza más poderosa que nos es dable crear en el trabajo.

Proviene de ideas nue­vas.

Esta fuerza de LA NUEVA COMPRENSIÓN no sólo mo­difica el futuro sino que modifica el pasado.

El cuerpo-tiempo entero de una persona está en conexión reciproca, del mismo modo que la punta de un bastón está conectada con la otra punta.

Basta golpearlo en cualquier punto y vibra a todo su largo.

Pero el cuerpo-tiempo no es recto.

Es un círculo que no se cierra completamente.

Esto nos trae la eterna recurrencia.

Se nos ense­ña que si no "trabajamos" sobre nosotros mismos la vida se repite exactamente como antes.

Nada se mo­difica.

¿Por qué?

Porque no hemos modificado cosa alguna en nosotros mismos.

¿Qué significa modificar algo en uno mismo?

Quiere decir que la esencia cre­ce.

Si la esencia crece no atraerá la misma vida en la recurrencia.

En el trabajo el término "desarrollo" significa un nuevo crecimiento de la esencia.

Esto só­lo puede tener lugar si alguna manifestación de la personalidad deja de ser activa a través del poder del trabajo.

Un hombre ve, por medio de la luz del trabajo y de su comprensión del mismo, algunas mani­festaciones negativas de sí mismo, digamos.

Por me­dio de una observación más profundizada lo ve cada vez más plenamente, extendiéndose a lo largo de su vida.

Deseando trabajar sobre si mismoesto es, va­lorando el trabajo práctica y no sentimentalmenteEMPIEZA A SEPARARSE DE “ELLO”, por así decirlo, a sangre fríadeliberadamente—.

Cuando siente que está cer­ca de los "yoes" que lo llevan a dicho estado, a ese mal lugar psicológico en sí mismo, ya no se identifica con aquellos "yoes" negativos en el lugar en que siem­pre existen.

Si siente que se está acercando demasiado a ellos se recuerda si mismo y cuando sienta el  trabajoesto es, cuando está en presencia de su si más real y lo que ha comprendido recuerda las observaciones que realizó antes sobre su estado negativo y los instantes de introspección que tuvo y lo que comprendió del significado del trabajo y por qué él mismo está tra­bajando.

De este modo fortalece su propósito.

Se ha dado el primer choque consciente y así crea nuevos hidrógenos, una nueva fuerza.

Con esa nueva fuerza que ha creado su poder de no identificarse se acrecienta.

Ahora bien, esta clase de trabajo, que va en con­tra de una u otra manifestación de la personalidad, produce las condiciones correctas para el crecimien­to de la esencia.

Tiene lugar necesariamente una lu­cha en cada etapa de este crecimiento.

Si la persona­lidad logra la victoria no hay crecimiento alguno.

La personalidad y la voluntad de sí absorben esta fuer­za y permanecen activas y la esencia nada logra y así se queda pasiva.

Por eso debemos ser tentados.

Rogamos para no caer en la tentación y ser librados del mal, de la personalidad.

Aquí es preciso pensar individualmente.

La lucha se entabla entre lo que es irreal y lo que es real.

Pero en ésta lucha tan solo la luz del trabajoesto es, la fuerza y la iluminación que nos llegan del hombre consciente en la forma de enseñanza esotérica, tal como el trabajo que estudiamos— es la que puede separarnos de la personalidad.

Esa fuerza contrarresta la fuerza de la vida.

Se inicia la lucha en el hombre.

Maurice Nicoll





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